Érase una vez una niña que se llamaba Maruxiña y un día su madre le mando a la carnicería a por unos filetes para la cena, pero de camino a la carnicería se encontró con sus amigas y se pusieron a jugar. Cuando se dio cuenta ya eran las 8 y como ella ya sabía que la carnicería ya había cerrado cuando paso por el cementerio entró y le cortó dos filetes de la pierna a un muerto.
Llego a casa, cenó y se fue para cama. A las 2 de la mañana se despertó porque escuchó un ruido. El ruido era el muerto al que le había cortado la pierna y estaba diciéndole que le devolviera la pierna que le había robado de la sepultura. El muerto iba avanzando y cada vez le decía que estaba más cerca . El muerto cogió a la niña y nunca más se le volvió a ver.
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